One Punta Prima Day

Como ya te contamos en este post, el domingo pasado se celebró el One Punta Prima Day en la playa de Punta Prima, una de las preferidas por los surferos de Menorca, ya que es una playa muy abierta al mar y no tiene ninguna barrera natural contra la Tramontana y el oleaje.

En palabras de sus fundadores, One Punta Prima Day nació con la idea de celebrar un evento en Menorca que reuniera a todos los amantes del surf de la isla, asi como de sus deportes derivados.

La playa elegida fue Punta Prima, una de las playas más urbanas y donde más se respira el ambiente surfero de la isla.

Así que desde 2013 se lleva celebrando este evento, donde se reúnen amantes del surf, skate, longboard.... Un lugar donde poder disfrutar de espectáculos de surf o skate, exposiciones de vespas y furgonetas surf-style, demostraciones y la presencia de todas las tiendas surferas de la isla.

Y sobretodo poder gozar del domingo con buena música y buen rollo, tomar algo fresquito, degustar una tapa de paella, relajarse en la playa de arena blanca y agua turquesa...

Torre d´en Galmés

Torre d´en Galmés o d´en Gaumés, es el poblado talayótico más grande y mejor conservado de las Islas Baleares.

Podemos llegar a él por la carretera que va desde Alaior a Son Bou.

El poblado está situado a 3 km. de la costa y está asentado sobre una colina desde la cual se observa gran parte del sur de la isla de Menorca.

Torre d´en Galmés consta de tres talayots, tres salas hipóstilas, un recinto de taula, varias viviendas, un sistema de recogida de aguas pluviales y diversas cuevas.

El poblado está dominado por los tres talayots ocupando la parte más alta, ya que su función era de atalayas de vigilancia y control del territorio.

Muy cerca encontramos el recinto de taula, que eran edificios de culto de la época post talayótica (550-123 aC) donde la pilastra central, la T, tiene un significado simbólico.

Cuenta la cultura popular que las taulas (mesas) eran las mesas donde comía una raza de gigantes que habrían habitado la isla en tiempos antiguos y por esto su nombre.

Debemos puntualizar que las taulas solo se encuentran en Menorca y que el recinto de Torre d´en Gaumés es uno de los recintos de taula de mayor perfección arquitectónica.

Por todo el poblado podemos observar edificaciones circulares destinadas a la vida doméstica.

En la parte baja de la colina encontramos algunas con sala hipóstila, se cree que servían de establos o almacenes.

El poblado perduró desde la época pretalayótica (antes del 1400 aC) hasta la época romana, aunque se han encontrado algunos restos de la época medieval.

Se calcula que durante su máximo esplendor (entre el año 1300 aC y la conquista romana) pudieron vivir en él unas 900 personas.

En el recinto de taula se encontró una figurita de bronce del dios egipcio Imhotep, la única figura de estas características encontrada fuera de Egipto.

El Círculo Cartailhac es un conjunto arquitectónico excavado y restaurado. Debe su nombre en honor al eminente arqueólogo francés Émile Cartailhac.

Fue habitado aproximadamente entre los años 250 y 50 aC y su estudio ha permitido conocer como era la vida cotidiana en la Menorca prehistórica.

Sus sistema de recogida de aguas consistía en filtros naturales excavados en la roca canalizados que conducían el agua hasta grandes depósitos.

Un poco apartado del poblado encontramos una cueva de enterramiento de la época tardo-romana o alto-medieval.

Torre d´en Galmés es, por su tamaño, su estado de conservación y sus numerosos carteles explicativos que encontramos a lo largo del recorrido, uno de los mejores lugares para entender e indagar en la cultura talayótica de Menorca.

Sa Pedrera de Santa Ponça

Por la carretera principal, justo pasado el pueblo de Alaior, viniendo de Maó, hay un camino por el que podremos pasar si damos la vuelta en el parking de la tienda de antigüedades que hay un poco más adelante.

Sabremos que camino es ya que desde la carretera se ve una curiosa casita de recreo llamada Villa Tanus.

Si seguimos el camino, podemos ir en coche, pasados unos metros veremos a mano izquierda otro camino con algo de pendiente.

Ahora si que conviene dejar el coche ya que el camino está lleno de hoyos y piedras. Después de unos cinco minutos andando nos encontraremos con la entrada de la Pedrera de Santa Ponça.

La Pedrera de Santa Ponça es una cantera de marès al aire libre, aunque no es comparable a las extensas canteras de s´Hostal en Ciutadella, vale la pena su visita, poder observar y admirar el difícil oficio de los obreros de la cantera, sobretodo al principio cuando la extracción se hacía manualmente.

La explotación de la Pedrera de Santa Ponça duró más de cien años, desde mediados del s.XIX hasta algo después de 1970.

Como ya hemos comentado, al principio la extracción de la piedra se hacía manualmente y desde arriba. Las herramientas utilizadas eran la escoda, el pico, las cuñas, los tronzadores y el molino.

Los trabajadores se llamaban trencadors, algo así como rompedores.

Más adelante se empezó a utilizar un molino para subir las piedras, lo que permitió profundizar y ampliar la cantera creando los espacios que hoy en día podemos ver.

No sé utilizó la electricidad hasta finales de los años sesenta del siglo XX, momento en el que se cambiaron las herramientas manuales por la rozadora, la sierra de cortar y el montacargas.

El 15 de mayo de 2000 la cantera fue declarada bien de interés cultural (BIC) por el Consell Insular de Menorca.

Si volvemos atrás podemos seguir el camino principal, pasado unas tancas de cultivo y un puente llegaremos  al Barranc d´es Rellotge (barranco del reloj) y al final del camino, que esta vez podemos hacer en coche, encontramos un antiguo polvorín del ejército, hoy totalmente abandonado y en muy mal estado.

El Barranc d´es Rellotge es un pequeño barranco lleno de vegetación la cual protege del viento. Es uno de esos lugares  que descubres casi sin querer.