Un paseo en barca por el puerto de Mahón (parte II)

Como ya habíamos comentado a lo largo de los siglos, sobretodo a partir del siglo XVI,  el puerto de Mahón fue muy codiciado, tanto por su tamaño como su situación geográfica.

El puerto de Mahón nos ofrece un gran patrimonio cultural e histórico y es uno de los pocos puertos del Mediterráneo que todavía  conserva áreas naturales sin urbanizar.

Si miramos al otro lado del puerto, lo que aquí llamamos S´Altra Banda, podemos ver zonas verdes que se entremezclan con calas, antiguas casitas de pescadores o de veraneo, cuevas, pequeños almacenes de pescadores o casas más actuales.

Uno de los edificios más emblemáticos del puerto de Mahón es la llamada por los menorquines Casa Venecia, llamada así porque se adentra al mar unos metros, uniéndose a la orilla mediante un caminito.

Esta casa perteneció a Richard Branson, fundador de Virgin.

Actualmente la empresa Marina Menorca, concesionaria de los amarres de S´Altra Banda, es la encargada de la rehabilitación de la casa.

El Cementerio Inglés o Cementerio de los Ingleses es un de los cementerios construidos por los británicos durante una de sus dominaciones en la isla,se enterraban en él  personas no católicas.

Aunque el nombre no es del todo exacto, ya que solo hay enterrados seis ingleses.

El resto de sepulturas son mayoritariamente de norteamericanos, que murieron durante la estancia de la U.S. Navy en Menorca entre los años 1818 y 1870.

La Illa de Llatzeret (Isla de Lazareto) no era en su origen una isla, sino una pequeña península situada cerca de la fortaleza de la Mola. Este segundo lazareto, en la primera parte ya hablamos del primero, se construyó entre 1793 y 1807 por orden del Conde de Floridablanca. Su uso empezó en 1817 y finalizó un siglo después.

Al recibir España los esclavos españoles liberados por Argelia, el lazareto de la Illa Plana quedó pequeño y tuvieron que usar la Illa d´en Colom, situada a 200 metros de la costa de Mahón, como lazareto provisional.

Para no volverse a ver en la misma situación, el conde de Floridablanca mandó construir un lazareto mayor en la entonces península de Sant Felipet, que después de la construcción del canal artificial, inaugurado en 1900 pasó a llamarse como hoy dia la conocemos.

¿Y por qué se construyó este canal?

El canal de Sant Jordi, también llamado canal de Alfons XIII, se construyó para facilitar la comunicación de Mahón a la Mola, ya que en esos años se estaba cosntruyendo la fortaleza y el transporte de materiales se hacia por mar dando la vuelta a la punta de la península de Sant Felipet, un lugar con muchas corrientes de viento que provocaban diversos incidentes.

Entre el canal y la Mola encontramos Cala Taulera, una playita que suele ser un lugar frecuentado en verano sobretodo por vecinos de Mahón.

También es habitual en verano encontrar bastantes embarcaciones amarradas en esta zona, sobretodo cuando por culpa del viento es difícil salir a la bocana para ir a alguna playa o cala.

En 1708 los británicos, en su primer dominio en la isla que data entre 1706 y 1712,

iniciaron la construcción, en esta misma zona, del fuerte de Santa Ana, aunque nunca llegaron a terminarlo.

Ya en 1799, los ingleses construyeron en la Mola dos torres de defensa: Saint Clair y Erskine.

La fortaleza de la Mola que conocemos hoy día es obra española, iniciada después de la demolición del castillo de Sant Felip.

La fortaleza, que se  construyó entre 1848 y 1875, con el objetivo principal de defender la isla de la amenaza británica, es un claro ejemplo de la arquitectura militar del s.XIX.

Ses Salines d´Addaia

Te hemos mencionado más de una vez en algún post el "Camí de Cavalls" (Camino de Caballos), pero aún no te habíamos explicado que es exactamente.

El Camí de Cavalls es un sendero que recorre toda la costa de la isla de Menorca, sus orígenes son inciertos, pero se sae que en el siglo XIV ya existían algunos tramos que facilitaban la defensa de la isla.

Durante el siglo XX, el Camí de Cavalls sufrió un gran deterioro por falta de uso y de mantenimiento.

En el año 2000 y tras varios años de presión popular, se creó la Llei de Cami de Cavalls (Ley de Camino de Caballos) para así poder recuperar este bien cultural, estableciendo el recorrido y marcando cada tramo para así facilitar su camino.

Debes de tener en cuenta que el Cami de Cavalls atraviesa multitud de fincas privadas, así que siempre deberemos seguir el sendero marcado y respetar a los animales que nos podamos encontrar.

Y por esta razón encontramos tantas barreras, que deberemos cerrar a nuestro paso.

Podemos recorrer el Camí de Cavalls a pie, en bici o a caballo, pero, ojo, primero infórmate del tramo que vas a recorrer, y cual es la manera más adecuada de hacerlo y que nivel de dificultad tiene.

El Camí de Cavalls está considerado patrimonio histórico de la isla y declarado biende interés cultural de las Illes Balears.

Con el Camí de Cavalls no solo descubrimos la costa menorquina, también su variedad paisajística, sus zonas húmedas de gran riqueza natural, su fauna y flora.... En fin, una Menorca diferente.

Las Salines d´Addaia se encuentran dentro del Parque Natural de S´Albufera des Grau, y también forman parte de la etapa cabo de Favàritx - Arenal d´en Castell de Camí de Cavalls .

Las Salines d´Addaia estan consideradas como una de los mejores lugares para la observación de aves, también es por esto que debemos ser muy respetuosos, no hacer ruido ni llevar ropa muy llamativa, sobretodo en época de cría.

Las Salines d´Addaia fueron construidas en 1845, su uso finalizó en 1990.

De proceso totalmente artesanal, fueron las últimas en funcionamiento en Menorca.

Situadas al final de la bahía de Port d´Addaia, lo primero que llama la atención es la tranquilidad y la paz que se respira, sobretodo cuando vas en invierno.

Cuando llegues, tendrás a un lado las salinas y al otro lado la zona de cria de aves.

Esta parte de la isla es como estar en otra Menorca.

Es una Menorca de tierra roja, rocas de formas sinuosas, una zona que se esconde entre pequeños montes.

Cala de Sant Esteve

 Muy cerca de Es Castell encontramos la Cala de Sant Esteve, un pequeño puerto natural de aguas cristalinas sin arena de playa.

Es un lugar tranquilo, sin demasiada gente.

Si visitáis la cala, os recomendamos que aparquéis el coche en el primer aparcamiento y así podéis visitar la cala a pie, descubriendo cada rincón, cada detalle, las rocas, los pequeños embarcaderos, las casitas, el fuerte, la torre de defensa, las vistas al mar y a Sant Felip.

Desde la Cala de Sant Esteve empiezan algunas de las rutas más bonitas del Camí de Cavalls.

En este primer aparcamiento hay un bonito tramo de Cami de Cavalls por donde podemos ir para bajar hasta la cala.

A cada lado de la cala encontramos casitas, algunas en las rocas y otras rozando el mar.

La cala debe su nombre por ser el lugar donde desembarcaron las reliquias de San Esteban (Sant Esteve) en tiempos del obispo Severo en el siglo V, lo que dio lugar a gran número de conversiones en la colonia judía.

La Cala de Sant Esteve jugó un papel muy importante durante en siglo XVIII ya que sirvió para defender el puerto de Mahón.

Aquí encontramos el Fort de Marlborough (Fuerte de Marlborough), excavado en la roca y construido durante dominación británica por sir John Churchill, duque de Marlborough, entre 1710 y 1716.

Las dominaciones inglesas han marcado la cultura menorquina dejando en ella monumentos, vocabulario... Y uno de los monumentos es este fuerte.

Como ya hemos comentado, su finalidad era proteger el puerto de Mahón, ya que éste era muy codiciado por su situación geográfica y su fisonomía.

Fort de Marlborough posee contraminas, galerías subterráneas, salas excavadas en la roca, y un foso con la finalidad de proteger la zona central del recinto.

Hoy en día, el fuerte es un museo en el que podemos descubrir la forma de vida de los menorquines en la época británica (s. XVIII) con un montaje audiovisual. Como podéis deducir por las imágenes, nosotros fuimos fuera de temporada.

Al otro lado de la cala encontramos el Castell de Sant Felip (Castillo de San Felipe), mandado a construir en 1551 por el rey Felipe II y demolido en 1803 por los españoles.

Afortunadamente aún se pueden visitar algunas de sus galerías subterráneas que llegaron a tener mas de 8 km de longitud.

Otro paisaje que os puede llamar la atención es el que resulto de la extracción de piedra para la construcción del fuerte, dejando un paisaje de formas bien curiosas aún visibles.

Al final de la Cala de Sant Esteve encontramos una construcción que puede parecer una torre de defensa, pero en realidad es un horno de balas.

Más tarde, aunque en el mismo siglo, los ingleses construyeron esta torre defensiva, que une el fuerte por un camino.

La torre está situada en un pequeño cerro (turó) conocido como el Turó del Turc o Turó des Penjat.

La torre es conocida como Torre d´en Penjat, aunque también se la conoce como Torre Stuart, nombre del general que la mandó construir.